El bingo es uno de los juegos más antiguos y populares del mundo, incluso se le utiliza como herramienta didáctica para niños. No obstante, a pesar su dinámica sencilla y su naturaleza en principio inocente, sigue siendo un juego de azar que en ocasiones involucra grandes sumas de dinero. De allí que la línea entre lo legal y lo ilegal sea a veces muy delgada.
Desde denuncias de extorsión hasta vecinos jugando para divertirse, descubre a continuación algunos de los escándalos de bingo ilegal más curiosos.
Escándalo de los bingos en Brasil
El “escándalo de los bingos” se trató de una verdadera crisis que surgió en Brasil en febrero de 2004, tras las acusaciones de que Waldomiro Diniz, asesor del entonces Ministro de Estado Mayor José Dirceu, extorsionaba empresarios con el fin de recaudar fondos para el Partido de los Trabajadores.
El escándalo salió a la luz después de que se hiciera pública una grabación hecha por el empresario de lotería Carlos Augusto Ramos, donde se le ve siendo supuestamente extorsionado por Diniz.
Waldomiro pasó a ser investigado por la Comisión Parlamentaria de Investigación de Bingos, con el fin de investigar y determinar el uso de las salas de bingo para la práctica de delitos de lavado de dinero, y la relación de estas salas y concesionarios de apuestas con el crimen organizado.
Debido a este escándalo, el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó una medida cautelar que prohibía la explotación de juegos de bingo, máquinas tragamonedas y otras casas de juego en todo Brasil, decisión que provocó protestas en varias zonas del país.
La medida que mantenía el bingo ilegal en Brasil no fue revocada sino hasta 2015, coincidiendo con la crisis económica del gobierno de Dilma Roussef.
Un juego inocente entre vecinos se convierte en escándalo
En España está prohibido organizar bingos, loterías o partidas de póker con dinero real que no cumplan con la regulación y la fiscalidad vigentes. Esto es algo que dos asociaciones de vecinos de Extremadura descubrieron cuando el gobierno de esa región las denunció y amenazó con una multa de 600.000 euros por organizar en sus instalaciones partidas de forma ilícita.
El caso de bingo ilegal causó escándalo y sorpresa entre los integrantes de la comunidad. Según aclararon sus representantes, el juego entre vecinos se trataba de una forma de entretenimiento sin ánimos de lucro. En una de ellas el cartón costaba diez céntimos, la línea se cobraba a 1,20 euros y el bingo a 4,60. En la otra, dos cartones costaban 0,10€.
Después de reuniones con la Junta de Extremadura, las asociaciones decidieron suspender la actividad a pesar de que estaba autorizada, pero sin utilizar dinero real. No porque ya no fuera emocionante, sino para evitar cualquier riesgo y el deber vigilar a los participantes.
Bingo ilegal en nombre de la caridad
En 2013, Kelly Mathis, un abogado de Jacksonville (Florida), fue identificado como el cerebro de una operación de juego ilegal por 300 millones de dólares. El abogado utilizaba una organización de beneficencia, Veteranos Aliados del Mundo, como fachada de bingo ilegal.
Hasta la muerte de su creador Harold Grossman, en 2004, Veteranos Aliados del Mundo organizaba legalmente partidas de bingo y ventas de postres para “recaudar fondos para los veteranos de guerra”.
Desde entonces, las operaciones fueron retomadas por Jerry Bass, quien llevó a la organización por otro camino con la ayuda de Mathis: en nombre de la caridad y la buena voluntad, Veteranos contaba en total con 50 locales de juego de bingo ilegal.
Este escándalo de bingo ilegal llegó más allá, puedes al parecer una parte del dinero sí se donó a los veteranos, pero otra parte se utilizó para impulsar la carrera de algunos políticos del Estado de Florida. ¿Pensaron que eso también se trataba de caridad?
La tragamonedas de la discordia
Esta no se trata de una historia de bingo ilegal per sé, sino sobre un escándalo que ocurrió en una sala completamente legal. En 2006, una tragamonedas de un bingo en Buenos Aires, Argentina, causó gran polémica, al punto que tuvieron que clausurarla para realizarle un peritaje.
La máquina en cuestión otorgó a la jugadora Verónica Baena un premio de más de 35 millones de pesos argentinos (más de 2 millones de dólares), suma que el bingo se negó a pagar alegando una falla en el sistema, ya que el premio máximo que podía otorgar la tragamonedas era 37.500 mil pesos. Baena no lo pensó dos veces y denunció a la sala de juego a la policía.
Los explotadores del bingo buscaron negociar con la apostadora la entrega de la suma máxima, no obstante, Baena decidió llevar el asunto hasta sus últimas consecuencias e ir a juicio. Sin embargo, la justicia no parece andar a la misma velocidad que la voluntad de la ganadora, en 2008 la causa se encontraba frenada por los peritajes de la mencionada máquina. Quizás sea más probable ganar la lotería que cerrar este caso.
¿Conoces otros escándalos de bingo ilegal? ¡Escríbelos en los comentarios!
